El esquema tributario minero
Especialistas del sector se reunieron para discutir sobre la carga tributaria y las medidas necesarias para impulsar la minería en el Perú.
El último Jueves Minero del año, organizado por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), tuvo el objetivo de abordar la situación tributaria de la minería peruana. Estuvieron presentes distintos especialistas en el tema, quienes expusieron cuál es la situación actual del sector minero.
El primer expositor fue Raúl Jacob Ruisánchez, presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (Snmpe), manifestó que la minería en el Perú está sujeta a ocho impuestos o contribuciones, siendo estas generales o específicas del sector. Estos son el Impuesto a la renta de tercera categoría, la regalía, el impuesto especial a la minería (IEM), el gravamen especial a la minería (GEM), dividendos, fondo de jubilación minera, aporte por regulación y la participación de trabajadores.
“Las empresas mineras que tenemos asociadas representan casi el 80% del PBI minero del Perú, y de la información que hemos obtenido de estas, podemos ver que la minería formal en el Perú aporta cada año, entre impuestos y otros pagos, 47% de sus utilidades, cifra superior a la de otros países como Australia (44.3%), Chile (40.7%) o Canadá (35.5%)”, sostuvo el presidente de la Snmpe.
Raúl Jacob expone que, en los últimos 10 años, la minería formal aportó casi el 20% de los impuestos pagados por todas las empresas del Perú. Y por eso mismo, es importante que cuando hablamos de competitividad tributaria en el sector minero peruano, veamos a otros países líderes en el sector.
“Nosotros estamos en la Liga de Campeones del sector minero, por ello debemos buscar a países a ese nivel para atraer inversiones mineras. Hay otros países en el mundo que cobran más impuestos, pero no son tan relevantes en el sector”, asegura Jacob.
También afirma que el sector minero invirtió más de 60 mil millones de dólares desde el 2011 hasta el año pasado; viéndose ciclos de precios altos y proyectos importantes como Cerro Verde, Bayoyar, Las Bambas, entre muchos otros que permitieron duplicar el PBI minero del año 2000 al año 2019, provocando que la economía peruana haya tenido un gran crecimiento por muchos años, aumentando la producción y los ingresos tributarios.
Del mismo modo, Marcial García, socio de EY Perú, aseguró que la carga tributaria minera expresada como porcentaje de la utilidad operativa, fluctúa entre un 56% y un 44% si se tienen convenios de estabilidad tributaria, habiendo inclusive un 2% extra para las grandes compañías mineras, siendo las que más impuestos pagan.
“Hay un efecto, por consecuencia de la aplicación de la regalía mínima del 1%, que hace que el sistema sea regresivo. Es decir que con una utilidad de 5%, la carga tributaria es mayor que con 30%, vale decir que los proyectos menos rentables pagan una mayor proporción de impuestos que los proyectos más rentables”, afirma García.
Por otra parte, García explica que en Chile usan una metodología diferente, expresando la carga tributaria como un porcentaje de la utilidad operativa; haciendo ellos un modelo de proyección de flujos, midiendo su impacto en el valor neto presente del proyecto. Destaca a su vez que, en el vecino país, el sistema tributario busca la reinversión de utilidades, es decir que se queden en Chile y no se vayan a otra parte.
Otro de los expositores fue Luis Miguel Castilla, Director de Videnza Consultores, manifestó que el régimen tributario minero vigente cumple ampliamente sus objetivos, y es considerado como un buen esquema por expertos internacionales y nacionales, pues combina una regalía sobre ventas baja, el impuesto a la renta general y un impuesto creciente con la utilidad operativa para capturar la renta económica (la renta minera anual ha crecido un 25% en promedio la última década).
“Esta combinación posee ventajas al ser progresiva, ya que las empresas mineras pagan más cuando su rentabilidad es mayor; del mismo modo es equitativa, ya que permite la operación de medianas y grandes empresas con distintos costos de producción. También demuestra competitividad con respecto a otros países, permitiendo atraer nuevas inversiones y beneficios para el Estado”, afirma Castilla.
También se contó con la participación de Luis Alberto Arias, ex superintendente de la Sunat, quien expresó que por el nivel de evasión e informalidad que existe en nuestro país, el eje de la política fiscal y tributaria no puede estar basado en la creación de nuevos impuestos o en el aumento de las tasas impositivas.
“El proceso del 2021 para la creación de un nuevo régimen tributario minero, a diferencia del 2011, lamentablemente presenta acontecimientos políticos que han afectado la confianza y han generado la incertidumbre en el actual gobierno. La diferencia de lo que ocurrió con Humala, es que no hay un equipo técnico tan sólido como en ese entonces, ni tampoco un convencimiento de que los convenios de estabilidad jurídica deben ser respetados”, recalcó Arias.
Del mismo modo, el ex superintendente de la Sunat afirma que estamos cercanos a un 45% de carga tributaria producto de la utilidad operativa en el sector minero, por lo tanto, seguimos en el umbral que el especialista James Otto planteaba entre el 40% y 50%. A pesar de ello, Arias considera mucho más importante sacar proyectos que promuevan la inversión, antes que buscar más carga tributaria que solo genera desconfianza e incertidumbre.
Finalmente, se tuvo unas palabras por parte de Víctor Gobitz, presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), quien resaltó la importancia de usar estos recursos fiscales para el cierre de brechas y lograr así un bienestar general. También agradeció la participación que ha existido en el Jueves Minero a lo largo del año, registrando un aproximado de 20 mil asistentes en 44 encuentros, lográndose discutir sobre los grandes ejes del sector como son la tecnología minera, el desarrollo sostenible y la promoción de la inversión minera.