Liderando el cambio ante la adversidad
Reconocimiento a las mejores prácticas de recursos humanos en tiempos de pandemia.
EY Perú, la Cámara de Comercio Americana del Perú (Amcham) y la Asociación de Buenos Empleadores (ABE) le han tomado el pulso a la experiencia vivida por las empresas peruanas y sus equipos de personas, en el proceso de transición como resultado de la pandemia, para contribuir con la difusión de iniciativas y aprendizajes que puedan ser ejemplos a seguir en el momento que más lo necesitamos.
Para ello han considerado 5 categorías del reconocimiento, que son las siguientes: 1. Liderazgo en la reinvención del negocio. 2. Estrategias de protección al capital humano. 3. Experiencia del colaborador. 4. Prácticas destacadas en salud y seguridad de los colaboradores. 5. Cuidado del impacto en la comunidad con responsabilidad social.
Las empresas implementaron planes integrales de salud y seguridad que fueron afinándose y perfeccionándose progresivamente con base a procedimientos, políticas y evaluación del riesgo que implicaría el retorno al lugar de trabajo pero, sobre todo y especialmente, generando nuevos hábitos y costumbres.
Esta coyuntura también permitió a las empresas rediseñar la propuesta de valor al empleado, generando experiencias organizacionales diferentes para sus colaboradores. Respondiendo a nuevas preguntas clave como ¿qué necesitan?, ¿cómo se sienten?, ¿qué desean saber? y ¿qué quieren escuchar?; así como adoptando nuevas formas de trabajo que fomenten la productividad, eficiencia y efectividad, incorporando nuevas metodologías, habilitadores tecnológicos, entornos físicos para trabajar, nuevos esquemas de compensaciones etc.
Reinventar el futuro del trabajo hoy
El entorno está retando la permanencia de las empresas y evidenciando la necesidad de crear procesos a prueba de crisis e interrupciones. Por tanto, será importante abordar estratégicamente el camino hacia la transformación y las circunstancias impredecibles que puedan amenazar la resiliencia empresarial de cara al futuro.
La integración de distintas generaciones y estilos de pensamiento, junto con el impulso de una mayor digitalización y el riesgo de futuros imprevistos, generará la necesidad de reinventar las políticas y procesos del lugar del trabajo para que los colaboradores realicen sus tareas con más agilidad, colaboración virtual, solidaridad extendida y bienestar integral. Más aun, la reinvención del futuro del trabajo será resultado de la transformación digital de las empresas y la innovación de los modelos de negocio de las organizaciones.