Bellas Artes
Arquitectura Inca
Machu Picchu por su increíble realización y perfección de los trazados es un enigma del pasado incaico.
Probablemente, ningún destino en el planeta, supere la belleza de los escenarios de Machu Picchu. Asentada en un lugar impresionantemente hermoso, la mayoría no llega a ver lo que la rodea por ambos lados, cañones, valles, selva y montañas nevadas que atraviesan las nubes.
Una de las características más hermosas de la ciudadela, es la armonía con la que se integra al espectacular paisaje. Construir un centro urbano como Machu Picchu, hoy en día crearía una fuerte polémica, al suponer el destrozo de un paisaje único; pero Machu Picchu no sólo, no destrozó el paisaje, sino que se hizo parte de él y lo embelleció aún más, lo que le ha merecido el reconocimiento de personas de todas partes del mundo, incluyéndola entre las 7 maravillas modernas.
El encontrar obras detenidas en plena construcción, brindó información importante acerca de las técnicas utilizadas por los incas. Al visitar Machu Picchu, imaginamos el esfuerzo que debió suponer edificar esta Ciudad en un lugar como este; con todo lo que posee, sus maravillosas edificaciones, civiles y religiosas, redes de caminos, escalinatas, andenes, etc.
Hay registro de que en algunas ocasiones, los planes iniciales tenían que alterarse, por lo que alguna puerta era convertida en ventana, una muestra de esto se puede apreciar en los recintos del Intihuatana; en otros casos fueron trasformadas en nichos como en el Templo de las Tres Ventanas, que en realidad fueron cinco, pero dos de ellas fueron convertidas pasando a ser nichos internos. Algunos muros subterráneos encontrados bajo el templo del sol no parecen tener fines de cimentación sino de cambios en la estructura inicial del edificio.
Organización social equilibrada
A pesar de en algunos casos, haber alterado el plan inicial, la construcción de cualquier edificio, templo, palacio, pueblo o ciudad; los Incas tenían implementado un proceso de planificación, que pretendió asegurar de alguna manera, el éxito para el futuro. Su conocimiento no era solo producto de capacidad creativa sino también a la capacidad que tuvieron para hacer que su imperio en un plazo muy corto, se expanda tanto militar como sociamente, adquiriendo conocimientos de todos los lugares que conquistaban.
Antes de comenzar cualquier edificación, los incas realizaban bocetos, planes, modelos a escala y maquetas, utilizando sistemas de medida principalmente basados en la antropometría (medidas en relación al cuerpo humano: brazos, codos, pies, pasos, palmos, etc.). Y como prueba de esto, podemos encontrar gran cantidad de maquetas, en casi todos los museos arqueológicos del país.
Ninguna otra civilización moderna en el mundo pudo hasta el momento, igualar la técnica, habilidad y facilidad con la que los quechuas trabajaron en esta parte del mundo. Se le atribuye a los incas, una organización social equilibrada, dominio espectacular para trabajar las piedras, un conocimiento de diseño avanzado, organizado y propio, sin la influencia de otras culturas del continente. Esto les permitió desarrollar una de las civilizaciones más avanzadas del planeta.
¿Cómo trabajaron la piedra?
Aun se tiene dudas sobre cómo hicieron para que las piedras, perfectamente talladas, encajen con tal precisión, sin ningún tipo de pegamento que las sujete entre sí. Dudas generadas por la falta de información, crónicas y archivos antiguos sobre el uso de estas técnicas. Existen algunas hipótesis, dentro de las posibilidades lógicas.
La más accesible, indica una labor lenta pero eficaz, con paredes normales, empezadas con cuidado por la parte más baja, donde las filas superiores serían la más difíciles de armar, puesto que las piedras debían encajar perfectamente, con las demás que las rodeaban, técnica que es posible encontrar en muchas zonas de Cusco, donde se tallaron caras superiores golpeándolas ligeramente con pequeños martillos de piedra, hechos según la superficie inferior. Labor relativamente simple al tratarse de piedras pequeñas, porque podían ponerse y sacarse a necesidad; pero como lo hacían con piedras de cientos de toneladas.
Los estudios sugieren, que los constructores incas, usaron maquetas de materiales ligeros, quizá arcilla. Posiblemente eran reproducidos exactamente; el uso de este método habría facilitado mucho los trabajos con rocas enormes.
Otra posibilidad que tiene cabida entre los investigadores, es que pudieron utilizar una técnica actual que consiste en tomar la medida del espacio en el que encajaría para darle la forma deseada, pero esto supondría el problema de trasladar la piedra, sobre todo si muchas de estas, pesaban miles de kilos.
Gran parte de las piedras grandes de los muros incas, en la mayoría de los casos tienen doble entalladura en la parte más baja de sus caras. En Sacsayhuaman se pueden apreciar esas entalladuras, que sirvieron para hacer más fácil su manipulación, traslado y levantamiento de las piedras, durante la construcción. Muchos de estos moldeados se encuentran en paredes acabadas, pero por alguna razón que aún se desconoce, ciertas piedras son guardadas todavía. En el Qoricancha de Cusco, se aprecia algunos casos excepcionales dónde la cara interior del muro es semi-circular (conocido como tambor solar), y muestra un moldeado muy poco común que rodea el nicho trapezoidal; queda claro, que los bloques no tienen esa forma para su manipulación, sin embargo debían tener algún sentido religioso.
¿Quiénes y dónde trabajaron la piedra?
Al oeste de la Ciudadela Inca de Machu Picchu aun podrá encontrar, la cantera de la que se extrajo grandes cantidades de la piedra con la que se construyó la ciudadela; allí trabajaban picapedreros con martillos piedra, palancas y cinceles de aleación de bronce. Utilizando las fisuras naturales de la roca, para realizar cortes precisos. Se extraían bloques de granito de variados tamaños, los cuales se transportaban a los edificios en construcción.
El transporte era a base de fuerza humana, dada la ausencia de animales de arrastre (la llama no es útil para este fin) y no se conocía la rueda. Esto se hacía con troncos de árboles regulares, utilizados como ejes de rodamiento, también se usaban cantos rodados y palos de madera que servían de palancas, para complementar el empuje.
Las palancas, eran hábilmente utilizadas para producir un movimiento de vaivén en la piedra, y podían servir de mucho, especialmente si el bloque era muy grande, el cual era desplazado, por un grupo de trabajadores, tirando con sogas. Se construían rampas y planos inclinados de uso temporal, para subir las enormes piedras a zonas altas del barrio o levantarlas para alinearlas en un muro, dichas rampas se construían con piedras y tierra, que después eran desmontadas. Una de ellas aún es visible en el llamado Templo Inconcluso, ubicado a lado de la denominada Roca Sagrada, dicho templo se encontraba a media construcción cuando abandonaron la Ciudad Inca.
Variedad de Paredes
Existieron variedad de paredes en el incanato, podemos mencionar cinco modelos básicos:
El Rústico o “Pirka”, trabajado en piedras ásperas, talladas y acomodadas de manera rudimentaria, rellenando los espacios vacíos con piedras pequeñas y barro. Se usó en la construcción de almacenes, terrazas y casas para la gente común.
De tipo Celular, de aspecto similar a la estructura de un panal de abejas, hecho con pequeñas piedras calizas poligonales. Podemos encontrar buenos ejemplos de este tipo en Chinchero, Tarawasi, Qolqanpata, entre otros.
De tipo mejorado, trabajado con piedras ígneas. Los mejores ejemplos de este tipo de construcción son: El Templo Principal en Ollantaytambo, el Templo de las Tres Ventanas en Machupicchu, Hatun Rumiyoq en Cusco.
De tipo sedimentario o Imperial, básicamente trabajado de piedras medianas de regular altura, posicionadas horizontalmente en filas, da la impresión de ser totalmente rectangular. Formando bordes muy bien pulidos, con un ensamble perfecto, de tal manera que es imposible introducir una hoja de afeitar o incluso una hoja del papel. Una pantalla de arcilla muy delgada parece haber sido puesta, en estado líquido para facilitar el traslado y manipulación de las piedras.
De tipo Ciclópeo, conocido también como Megalítico, se caracteriza por sus enormes cantos rodados, muchos de ellos alcanzan los 8.5 m. de alto, algunos de estos pueden ser apreciados en Saqsayhuaman o en el Templo Principal en Ollantaytambo.
Las paredes incas normalmente, están apoyadas y ligeramente inclinadas. Esa inclinación no se basa en una regla o medida en especial y cabe la posibilidad de que su razón principal, fuera investigar algún equilibrio entre las paredes y la forma en la que se apoyan unas con otras. Se suele ver frecuentemente que las paredes incas son más anchas en la base que en la parte superior. Entonces podemos concluir que la forma más usada de arquitectura inca es la trapezoidal, que le provee estabilidad y sensación de equilibrio. No se puede negar la investigación de su inmortalidad; por personas que estudian cómo hacer edificios, resistentes a sismos, eternos e indestructible ante cualquier catástrofe natural.
Sus techos construidos generalmente con vigas de madera y recubiertas con ichu (paja local).
Según la forma, los tejados son clasificados en 4: de una cuesta; de dos cuestas; de cuatro cuestas y los cónicos. Solo imagine cuan impresionantes son algunas estructuras de edificios grandes, como el Templo de Wiraqocha en Raqchi que tenía un “Kallanka” de 92 x 25 m. en un área de 2 323 m2. Debido a los materiales usados y la cantidad de lluvias durante el año, los tejados tenían una inclinación que varía de 50° a 65°. El ichu no dura para siempre, por lo que los techos recibían mantenimiento, renovándose cada tres o cuatro años.
Otros elementos impresionantes son los canales de ríos como el Watanay y el Willkamayu (Urubamba). Ríos que fueron encauzados en línea recta. Aun ahora en algunos sectores de estos ríos se puede apreciar paredes de piedra tallada. Se pueden encontrar bases de puentes que sirvieron para cruzar ríos. Y algunos que se resisten al tiempo como el puente Qheswachaka sobre Río de Apurímac. El cual es mantenido con trabajo comunal de las personas que lo usan; con una técnica andina heredada.
¿Qué otros materiales usaban?
El adobe (ladrillo de barro). Muchas edificaciones, incluso ciudades enteras en el Imperio del Tawantinsuyo, fueron construidas con este material; tal es el caso de Pachacamaq al sur de Lima. Estos “adobes” eran trabajados en tierra de buena calidad (arcillosa), mezclada con la paja de la zona (ichu), y en raras oportunidades con fibra de alpaca. Los materiales se mezclaban con agua, y eran colocados en moldes rectangulares para luego ser secados al sol.
En la sierra de Perú aún se construyen edificios de adobe, que son preferidos por la facilidad con la que se puede acceder a su materia prima, dichas construcciones son durables, se cubren los muros con yeso y está protegido por tejas.