viernes, abril 25, 2025
EducaciónTecnología

Estudiantes peruanos en la NASA

Representantes de cuatro universidades peruanas presentes en HERC 2025.

El concurso Human Exploration Rover Challenge (HERC 2025) de la NASA tiene cuatro grupos universitarios que representan al Perú, y que se enfrentarán a 75 equipos de 17 países en una compleja carrera de obstáculos pilotando un vehículo de su propio diseño y producción.

El Desafío del Rover de Exploración Humana (HERC 2025) busca que los competidores se involucren en la campaña Artemis de la NASA, que establecerá la primera presencia a largo plazo en la Luna y allanará el camino para eventuales misiones a Marte. Los equipos presentan un diseño de ingeniería para un rover que simula la exploración de la superficie lunar. Los equipos elegibles compiten entre ellos para elegir el mejor diseño de vehículo, mejor equipo novato y otras categorías.

Además de la tradicional división de rovers de propulsión humana, la competencia de este año amplía el desafío para incluir una división de control remoto.

En la primera división participan equipos de la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo de Chiclayo, la Universidad de Piura y la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP); mientras que en la división de control remoto clasificó la Universidad Nacional de Ingeniería.

Rover lunar hecho en Chiclayo

Para su participación en este desafío, el equipo Apollo Rise de Chiclayo propuso el diseño de un vehículo lunar que será impulsado por un sistema de tracción humana sin baterías y que solo emplea pedales y cadenas.

Tendrá dos metros de largo y un metro de ancho; está diseñado para ser probado en la Luna donde tendrá que soportar terrenos abruptos en entornos de baja gravedad. Será fabricado en Chiclayo y todo el proceso de construcción durará de 2 a 3 meses.

Una vez en la NASA, el vehículo lunar deberá ser pilotado por un hombre y una mujer, integrantes del equipo Apollo Rise, quienes recorrerán un circuito de una milla durante 8 minutos, en el que intentarán esquivar los obstáculos y entornos complicados característicos de la Luna.

Diseño a control remoto de la UNI

En la edición de este año, Tharsis UNI participará en una categoría diferente a los años anteriores, se trata de la nueva división de control remoto (RC). Para ello han diseñado un rover a control remoto similar al rover opportunity o al curiosity, ambos vehículos de exploración espacial de la NASA en el planeta rojo.

France Villareal Sánchez, encargado del diseño mecánico y electrónico del rover, explica a la Agencia Andina que el vehículo que han diseñado es mucho más pequeño que el anterior, es a control remoto, lo cual les permite participar en una categoría nueva que se conoce como RC.

“El chasis está formado por elementos de aluminio, la suspensión también es de aluminio y se utiliza tecnología de impresión 3D para las ruedas. El rover será operado por una persona con un control remoto y otra persona con una laptop para la toma de datos durante la competencia. La NASA nos ha indicado que es posible que en la competencia estén dos personas al lado del vehículo en todo momento”, detalla Villareal.

El integrante de Tharsis UNI agrega que este vehículo va a recorrer un circuito lleno de obstáculos y en un tiempo límite de 8 minutos deberán terminar el recorrido.

Piezas diseñadas e impresas con tecnología 3D

Sebastián Vásquez, estudiante de la carrera de Ingeniería Mecánica y coordinador general del grupo Regulus PUCP, resaltó que el diseño ergonómico del rover, de acuerdo con las exigencias de la NASA, prioriza la comodidad y seguridad del piloto, incorporando como principal innovación un conjunto de ruedas con patrón auxético que serán fabricadas mediante impresión 3D con filamento flexible TPE, a diferencia de las tradicionales ruedas con “memoria” hechas con una aleación de titanio y níquel, conocida como NiTinol.

Las estructuras auxéticas, que constan de una red de nodos similar a un panal de abejas, se caracterizan por expandirse o contraerse en ambas direcciones de manera simultánea cuando se aplica una carga. En el caso de las ruedas de un rover, la investigación del equipo ha demostrado que este patrón geométrico, de carácter experimental en el campo de la ingeniería, puede amortiguar el desplazamiento del vehículo y optimizar el uso de energía del piloto en los terrenos accidentados y llenos de obstáculos, los cuales emulan las condiciones de la superficie marciana.

Rover para superar obstáculos

Por tercer año consecutivo, el Proyecto ARES, conformado por estudiantes de distintas carreras de la Universidad de Piura, ha sido seleccionado para participar en este importante desafío que convoca a universitarios de todas partes del mundo.

Este año, se está conformando el nuevo equipo multidisciplinario, que contará con el asesoramiento de los profesores José Céspedes y Belén Romero, de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Piura.

El Proyecto Ares debe entregó sus informes de diseño, que se sometió a evaluaciones técnicas rigurosas, en las que los estudiantes demostrarán la viabilidad de su propuesta.

El desafío anual Human Exploration Rover Challenge  se lanzó en 1994 como la Gran Carrera de Buggies Lunares de la NASA, una competencia universitaria para conmemorar el 25 aniversario del alunizaje del Apolo 11. Se amplió en 1996 para incluir equipos de secundaria, y en 2014 se convirtió en el Desafío de Exploración Humana de la NASA. Desde su creación, han participado más de 15 000 estudiantes, muchos de los cuales trabajan actualmente en la industria aeroespacial, incluyendo la NASA.

La competencia se realiza presencialmente en el circuito Aviation Challenge del Centro Espacial y de Cohetes de Estados Unidos, cerca del Centro Marshall de Vuelos Espaciales de la agencia en Huntsville, en Alabama.

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